"El éxito del regatista en unos JJOO es fruto de un intenso y extenso trabajo" David María

1. La figura de asesor de reglamento tiene varias funciones, por un lado, encontramos la formación y por otra, la ayuda o la atención en regatas ante cualquier duda que pueda tener el deportista, ¿en qué consisten estas dos vertientes y cómo se desarrollan estas tareas por parte del asesor?

Efectivamente, en la formación nos debemos ajustar a los conocimientos y necesidades del atleta, hay que tener mucho cuidado con las particularidades de la clase en la que navega, pues cada una tiene su idiosincrasia. A partir de ahí, buscar que tenga el máximo conocimiento y tome las mejores decisiones, evalúe los riesgos y la diferencia de tomarlos en una u otra parte del evento. Es absurdo correr el riesgo de ser penalizados por una infracción a la R42 en la primera prueba del primer día de un campeonato que dura 5 días. Sin embargo, en la última prueba, en la que solo te sirve un buen resultado para entrar en una Medal Race, porque si no del 11vo pasarías al 12vo por una penalización, vale la pena ir más al límite en la forma de navegar.

Sobre la asistencia en eventos, tiene varias características que diferencian un evento de clase. Por ejemplo, un Mundial de 470 con una o dos clases en las que ayudas al regatista con los documentos particulares del evento y en los casos (protestas) en los que pueda estar involucrado. Otra situación diferente es cuando el evento es multiclase donde, además de asesorar a los deportistas en cualquier protesta, la cantidad de documentos suele ser mayor y hay que hacer un exhaustivo seguimiento para que todos conozcan las reglas particulares del evento y evitar penalizaciones absurdas por desconocimiento.

2. En esta misma línea, es decir, transmitiendo todo el conocimiento a los deportistas sobre las normas recogidas en el Reglamento de Regatas, has estado en Tokyo junto al equipo olímpico español. Cuéntanos, ¿cómo ha sido la experiencia?

 

Muy intensa e interesante, el trabajar para el éxito del equipo ha sido una gran satisfacción. La diferencia con una “simple” regata multiclase es que, a nuestro deporte que por su naturaleza no es sencillo, le debemos añadir muchas normas y reglas específicas que rigen en unos JJOO. Si sumamos la presión de los atletas y un entorno amigable, pero muy competitivo, la atención y control de todo lo que podamos alcanzar es fundamental para no perder oportunidades. El éxito del regatista en unos JJOO es fruto de un intenso y extenso trabajo realizado y la permanente concentración hasta el final del evento.

 

3. ¿Y el día a día en unos Juegos Olímpicos?

Fue de todo menos monótono, la cantidad de comunicaciones y seguimiento de cualquier tema que pudiera afectar a los regatistas fue continuo. En ese aspecto, hay que establecer las mejores rutinas que sean productivas y no atasquen la mente de los atletas. Las comunicaciones y controles no solo van al deportista, la mayoría de ellas se tratan con el entrenador, que es la persona más cercana y que identifica lo que el atleta puede o no puede y debe o no debe hacer en cada momento en el que no está compitiendo.

Para mí ha sido un mes únicamente enfocado a ese trabajo de soporte del equipo y durante ese periodo estaba absorbido de manera que desconocía prácticamente todo lo que ocurría fuera del ámbito del trabajo.

4. Dentro del equipo pluridisciplinar que hay detrás de los deportistas quizá el asesor de reglamento es una figura poco conocida, ¿pero por qué es imprescindible su función?

Para el público puede que sea desconocida, para todo el equipo es parte ineludible del trabajo. Volviendo a la complejidad de nuestro deporte y mucho más en el evento JJOO, todos los días recibía innumerables consultas sobre temas y situaciones específicas. No sólo de los atletas y sus entrenadores, sino hasta de mis compañeros del equipo pluri. Un ejemplo podría ser el meteorólogo sobre si la bolsa de agua cumplía con la reglamentación de publicidad… Las cuestiones sobre si era posible hacer o no hacer fueron continuas y, para que te hagas una idea, si en una regata tenemos un anuncio y unas instrucciones de regata estandarizados, en este evento teníamos 6 documentos de este tipo, mucho más extensos y complejos de los que habitualmente manejamos. Para un atleta que tiene que explotar todo su conocimiento y concentración en el campo de regatas, solo puedes ir advirtiéndole de las limitaciones añadidas que debe considerar, tanto cuando está regateando como cuando no y, en todo caso, de las restricciones añadidas por los protocolos que la pandemia nos obliga a cumplir por el bien común.

5. Además de tener un conocimiento amplio y profundo sobre el reglamento, ¿qué otras dotes debe tener un buen asesor de reglamento?

La accesibilidad y comunicación. Un atleta, un entrenador debe tener la confianza en el criterio de su asesor y no puede dudar de hacer una pregunta por absurda que pueda ser. Una pregunta no puede no quedar resuelta por compleja que sea.

Tan importante es saber hacerse entender como dimensionar la profundidad de la respuesta en el momento. No siempre se puede explicar una situación en una conversación, hay preguntas simples que recordándoles una situación se entienden y hay situaciones o reglas que necesitas una pantalla para exponer un escenario con una aplicación que muestre con dibujos los barcos y sus movimientos, y otra pantalla que muestre las reglas y casos de aplicación ante esa regla y/o escenario. Hay desde preguntas simples de poder explicar en 1 minuto hasta reglas y escenarios que te pueden llevar un par de horas en una sala.

6. En una regata hay muchos incidentes, algunos llegan a audiencia otros no…  ¿qué papel tiene ahí el comité de disciplina o el comité de apelaciones?

Cuando en un evento hay situaciones que van más allá de las puramente deportivas y afectan al prestigio/imagen de nuestro deporte, hablamos de denuncias a través de informes de improcedentes actuaciones personales. Ante esos informes, el Comité de Disciplina Deportiva actúa sancionando esas actuaciones.

Un Comité de Apelaciones, es el encargado de dilucidar que una Apelación es válida y, en su caso, dirimir sobre la acción a tomar si la apelación es estimada. Una apelación es un recurso a una instancia superior a un Comité de Protestas en la que una parte de una protesta reclama una incorrecta resolución de una audiencia, existen unos procedimientos a seguir en el caso de una apelación y una forma de actuar establecida para el Comité de Apelaciones en su misión.

7. Siempre se dice que ‘las regatas hay que ganarlas en el agua’ pero ¿podríamos decir que hay una parte que se gana en tierra si conoces a la perfección los conocimientos teóricos sobre cómo actuar ante posibles situaciones que puedan darse?

No en mi opinión, si tú eres desconocedor de las reglas y las infringes, es posible que no te protesten, pero si vas a ganar la regata, te protestarán. No puedes ser campeón del mundo sin conocer las reglas que rigen tu deporte. A partir de ahí, un ejemplo claro, si hay un incidente y un barco piensa que otro infringió una regla, puede decidir presentar o no una protesta, será un Comité de Protestas quien decidida si hubo o no infracción y en su caso penalizará. Lo que sí podemos decir es que debemos tener conocimientos para no infringir reglas y saber que, si las hemos infringido, se nos debe penalizar adecuadamente.

8. A nivel formación, todo aquel que quiere ser asesor de reglamento o formar parte de comités de apelaciones, disciplinas, etc, ¿cómo debe formarse?

Sencillo, formarse como técnico, como Oficial, Juez, Arbitro, cuanto más formado, mejor servicio a nuestro deporte. Formarse implica estudiar, pero también practicar y ser perfeccionista y práctico en las actuaciones.

9. En una competición se pueden dar muchos casos que, en ocasiones, son muy subjetivos después de tantos años de experiencia, ¿todavía hay situaciones o casos que te resulten complicados de analizar o resolver?

Por supuesto, con la práctica decides y resuelves con agilidad y seguridad, pero siempre hay situaciones que te pueden plantear en las que intervienen muchas reglas y en una audiencia, las declaraciones de las partes (protestante y protestado), son difíciles de encajar para llegar a imaginar un escenario real y a partir de ahí tomar la decisión más adecuada al caso.