1691 Bombardeo de Alicante

Durante la guerra de los 9 años (1688 – 1697), la Armada francesa era muy superior a la española gracias al enorme presupuesto invertido en ella por Colbert. Esta Francia arrogante y soberbia de Luis XIV provocó la unión de todas las potencias europeas contra ella.

En esta situación, la costa valenciana se encontraba en un gran estado de indefensión ya que el Reino de Valencia contaba únicamente para su defensa costera con la red de torres construida por los piratas berberiscos. Y aunque en 1688 se realizó un proyecto para reforzar Alicante, los trabajos se interrumpieron por su excesivo coste.

Aprovechando esta situación el 21 de julio de 1689 14 navíos, 5 fragatas, 21 galeras, 2 galeotes, 5 saetías y 2 gánguiles de la Armada francesa bloquearon el puerto de Alicante. El gobernador alicantino Jaime Borrás se comunicó con todas las localidades cercanas demandando ayuda y pronto llegaron hombres desde Jijona, Orihuela, Villena, Elda, Ibi, Biar, Sax, Novelda, Albacete o Yecla.

El almirante francés, Jean D´Estrées intimó a la plaza de Alicante solicitando un pago de tributo desorbitado que el gobernador Jaime Antonio Borràs rechazó. Esto dio lugar a que entre las 16.00h del día 22 y las 12.30h del día 23, Alicante encajara un primer bombardeo que se reanudó una hora más tarde y duró hasta las 18.30h del día 24.

En el bombardeo se arrojaron unas 4.000 bombas y entre el 22 y el 24 de julio, 300 sobrepasaron la altura de nuestro castillo. Los franceses lanzaron sobre Alicante todo lo que tenían hasta casi agotar sus municiones pensando que tras este castigo se rendirían. Pero se equivocó.  

Cada vez con menos bombas, los franceses se veían obligados a acercarse más a nuestros baluartes y en plena maniobra de aproximación, el 30 de julio, los buques exploradores franceses alertaron de la llegada de una flota española. Se trataba de la flota del conde de Aguilar.

Los correos enviados habían llegado a Cádiz y el conde de Aguilar, al mando de la escuadra del mar Océano, decidió acudir a Alicante en busca del francés. Los vientos favorables le permitieron alcanzar la rada alicantina cuando la flota francesa aún se encontraba allí. En cuanto fueron avistados por los franceses éstos huyeron picando los cables de las anclas y largando todo el trapo que pudieron, pero los españoles, con la velocidad que traían, pudieron apresar un buque de 34 cañones, otro de 22 cañones y otro menor​.

La flota gala que había sufrido ya varias bajas y se había quedado casi sin munición, no estaba en condiciones de enfrentar con éxito a la Armada Española. Así pues, D'Estrées ordenó la retirada inmediata. Aun así, algunos barcos franceses se quedaron atrás en su huida y fueron alcanzados por la escuadra española en diversos puntos del litoral alicantino. En 1691 la armada española llegó a desplegar 22 unidades. Consta en todos los informes oficiales su pretensión de entablar combate con el enemigo, que se retiró ante su llegada.  ​

A raíz de este ataque, se construyó el Fuerte de San Carlos en la desembocadura del barranco de San Blas y años después también se construyó una muralla paralela al para proteger el barrio de San Francisco.