Actualidad Noticias 1423 Las cadenas de Marsella en la catedral de Valencia

1423 Las cadenas de Marsella en la catedral de Valencia

Formación
15 dic 2021
Teniente de Navío: Juan José Esteban Garrido
FVCV

A principios del siglo XV, Valencia tenía una posición geoestratégica inigualable en el centro del Mediterráneo occidental. Alfonso V encontró en la ciudad del Turia todo lo que necesitaba para sus proyectos de expansión marítima por el Mediterráneo.

Durante el siglo XV, Valencia vivió su centuria de oro, convirtiéndose en una de las plazas financieras más fuertes del Mediterráneo y financiando a Alfonso V. A finales de este siglo, se convirtió en la urbe más poblada de España.

Este también es el siglo en el que la vela latina va quedando relegada y van apareciendo tipologías de naves originarias del mundo Atlántico, donde la vela cuadra era la más utilizada.

La infraestructura naval y financiera de Valencia se desarrolla gracias al uso de la navegación por mares y océanos como el medio de transporte y comunicación más rápido, seguro y económico.

Las tropas de Alfonso el Magnánimo se habían batido por el control del Reino de Nápoles contra las de Luis III de Anjou, a quien pertenecía Marsella. Génova estaba muy bien defendida, pero Marsella no, ya que la mayor parte de las tropas de Anjou estaban en Nápoles. Así que Alfonso V puso rumbo hacia la capital provenzal, lugar elegido para demostrar lo que le esperaba a aquellos que perturbasen su comercio marítimo. ​

Actualmente, la Catedral de Valencia conserva en dos de las paredes de la Capilla del Santo Cáliz dos cadenas y un arpón. Estas gruesas cadenas cerraban el puerto de Marsella en el siglo XV y el utensilio fue uno de los usados en la batalla conocida como “el saqueo de Marsella” para romper las cadenas que protegían el puerto marsellés.

Alfonso V dejó claro con esta acción bélica que iba a defender sus intereses comerciales con una potente flota. El gobierno de Marsella era consciente de la amenaza que se cernía sobre la ciudad y se habían preparado para la defensa movilizando a la milicia ciudadana y adoptando todas las medidas defensivas que estaban en su mano, pero la falta de tropas profesionales era una debilidad manifiesta.

La entrada al puerto estaba cerrada por una cadena que rompió Juan de Corbera, permitiendo la entrada a las naves valencianas. A continuación, los valencianos atacaron la muralla del puerto y, cuando las defensas cedieron, accedieron a la ciudad por la orilla norte. El saqueo e incendio duró tres días.

El 23 de noviembre, Alfonso V reagrupó sus fuerzas y las embarcó hacia las islas. De allí partió hacia Barcelona, llevando como trofeo las reliquias de San Luis de Anjou y las dos partes de las cadenas del puerto. Finalmente, prefirió proseguir hasta Valencia, donde desembarcó el día 12 de diciembre.